La difusión de imágenes en las redes sociales es algo común entre adultos, algo que también afecta a los más pequeños. Pero antes de subir una fotografía de un menor a la red hay que tener en cuenta diversos parámetros que aparecen en este decálogo de la firma S2 Grupo.
Durante el periodo de confinamiento se ha producido un incremento de fotografías de niños y niñas en las redes sociales: mientras estudiaban, hacían deporte o practicaban el baile de moda, entre otras actividades. Lo mismo ha ocurrido durante el periodo vacacional, y así lo ha comunicado la empresa de ciberseguridad S2 Grupo, que lo señala como una sobreexposición de la imagen de los menores en entornos públicos y, con ello, un aumento del riesgo a que puedan ser víctimas de ciberdelitos, como el ciberacoso o la ciberextorsión.
La firma recuerda que a partir de los 14 años el menor puede decidir sobre su identidad digital y, si considera que lo publicado por sus familiares en su infancia ha dañado su honor o dignidad, incluso podría denunciarles.
Por ello y para evitar males mayores, ha elaborado un decálogo con buenas prácticas para publicar fotos de los más pequeños de forma responsable y segura que te dejamos a continuacion:
- Consentimiento de los padres: para publicar fotos de menores hasta los 14 años, es necesaria la autorización de las familias. Y, en el caso de los menores entre 14 y 18 años deberán dar ellos mismos su consentimiento.
- No revelar la ubicación del menor: no publicar con geolocalización y evitar que aparezca información que identifique al menor, como el nombre del colegio, los parques que frecuenta, el uniforme escolar o la dirección de su casa, entre otros.
- Siempre ‘vestidos’: nunca hay que subir imágenes del niño sin ropa. Esto es muy común en bebés y en lugares como playas o piscinas o la hora del baño, por ejemplo.
- No difundir fotos de otros niños: si no hay consentimiento por escrito, no publicar fotos de otros menores. Y, si se hace, hay que pixelar o tapar el rostro.
- Evitar publicar ‘toda la vida’ del menor a través de las fotos: hay que ser selectivo con lo que se publica y no permitir que toda su vida sea publicada. Podría avergonzarse en el futuro.
- Responsabilidad: es fundamental hacer un uso responsable de las imágenes subidas a Internet para ser un ejemplo para los más pequeños. Si no, ellos es difícil que lo hagan.
- Sin nombres: no hay que etiquetar la fotografía con el nombre del menor. Así se evita que salga en buscadores como Google.
- Entre familiares: hay que compartir las imágenes sólo con personas de total confianza pidiendo a los familiares que no las compartan.
- Publicar con ‘cotos’: si se publica en redes, no hacerlo con todos los amigos de la red social. Se recomienda reducir lo máximo posible la exposición.
- No es tan fácil borrar una imagen en la red: cualquier imagen que se publica en la red es muy difícil eliminarla por completo.
Con este decalogo, debemos estar concientes de cuidar en esta nueva era de tecnologia la integridad de nuestra familia.
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